Monday, September 14, 2009

Pekín Express: La Ruta del Himalaya.

Mucho se ha especulado sobre cómo lo haría Raquel Sánchez Silva (A.K.A. La Modenna) como sucesora de Paula Vázquez. En un principio, se echó de menos un "¡COMIENZA PEKÍN EXPRESS!" más enérgico y desgañitao à la Vázquez, pero conforme iban pasando los minutos agradecíamos el cambio de la sobreactuación de la anterior presentadora a la calma y humanidá (no le recuerdo a la Vázquez un solo abrazo creíble) de la actual. En la vestimenta también es más serena, pero aquí sí extrañaremos los brillis-brillis de Paulita.

45 días y 13 etapas hasta llegar a la nueva meta: Bombay.



Y 10 parejas para dar de comer aparte, fruto de un grandísimo casting:

Fran y Merino: Dos policías de Coslada macarras, faltones, juerguistas y solteros. Dos elementos divinos. Del tipo de tíos que donde van hacen colegas y consiguen las copas que les salga de los huevos por el jeró. Con suerte los veremos meterse en alguna pelea con la mafia china por haberse tirado un par de putas chinas pensando que habían ligado por su natural encanto, y con más suerte (para ellos) aún la organización paga la púa con disimulo y la pareja puede llegar a la siguiente etapa con todos los órganos en su sitio. Resumiendo: Fran es fan de Springsteen y Merino tiene siete pares de polvos.

Úrsula y Mifua: O como las llama Merino: Las Divinas. Y lo son, vaya que sí. Amigas inseparables, gracias, probablemente, a la marginación del resto de compañeros durante toda su vida estudiantil. A Úrsula la marginarían por débil y bonachona, y a Mifua por chinorris y por moñearles al primer plastidecor robado. Y no han cambiado mucho desde entonces. Mifua decide y la otra acata, pero no por sumisión, lo hace por AMOR. Estoy convencida de que Úrsula ha estado toda su vida flujeando por su muy mejor amiga (que diría Forrest Gump), y es lo más normal, porque hay que ver lo buena que está y lo cool que es la Misifú. En las etapas que duren estará la alarma de abandono encendida.

Carles y Silvia: Pareja de modennos urbanitas bastante anodinos. Esperemos que acaben con crisis de pareja y se vomiten reproches. Se mantendrán durante bastante etapas gracias a su gran competitividad.

Juan y Juan Jr: Padre guasón e hijo dependiente. Juan Jr. se debate entre la enorme dependencia hacia su papi y sus repentinos gritos de libertá. Se fue fuera del pueblo a estudiar chorrocientas carreras y masters, y acabó volviendo al hogar a sexar pollos. No me atrevo a hacer apuestas sobre su estadía.

Andrés y Sara: Hermanos y perroflautas, residentes en Navarra. Mientras que Sara es pacifista y flower power, Andrés es más "borroka". Han sido los primeros eliminados. Por una parte me alegro de no tener que presenciar más jotas navarras, pero por otra lamento perderme las broncas aseguradas con los polis.

Carla y Miriam: Las más freaks de todos. Una bomba de relojería con look Punky Brewster y cierta trisomía. No tenían pareja (normal, a ver quién las aguantaba 45 días pasando penurias) y pidieron al programa que las reuniera. Miriam es gafapasta (el parecido con la Coixet va más allá del físico... ¡son igual de insoportables!) que va de autosuficiente y Carla es una Cory Kennedy de Carrefour con sobrepeso que cuando no sabe cómo ponerse el pelo para salir manda esemeses con el código CRISIS para que su amiguis vayan al rescate. Miriam busca transporte, Carla, amén de ir a remolque con desgana, pone quejas a todo. Espero que duren muuuucho, pero ni tan siquiera se puede saber si saldrán las dos vivas de esta.

Carmela y Antonio: Rústicos como ellos solos. Si Antonio, en una fría noche, dice de agarrarle las cachas a su pajera compañera de viaje podrán dar algún juego. La suerte les sonríe. Les penalizaron por hacer autostop en la autopista, y pese a tener el "correr es de cobardes" como lema llegaron de los primeros a la segunda etapa.

Meritxell y Alazne: Típico caso de la madre que cría sola a su hija. Por querer darle doble afecto se convierte en madre y amiga, y por esto mismo es que la madre vuelve a la adolescencia y la hija le pierde el respeto. Parecen estar muy unidas, pero habrá que ver una de sus trifulcas de coleguis. Son harto histéricas, lloran y grita por todo, pero lo cómico es que siempre se turnan, y también siempre una de ellas se hace ajena a la histeria y abronca a la que está de turno. Tan solo por el incidente de la china bondadosa pelamanzanas y secalágrimas merecen llegar a la final, así me cueste la muerte oir el acento que pone Alazne al "hablar" inglés.

Enrique y Manolo: En el vídeo de presentación se jactan de haber hecho de to' en esta vida, pero viendo cómo están en el concurso de desubicaos uno se pregunta a cuento de qué iban tan de sobraos. Si les eliminan se pueden quedar en China de gigolós, tienen un tirón bárbaro con peluqueros pequineses con to'l pelo de Limahl. Me gustaban más los viejunos del año pasao.

Juan Antonio y Xavi: Como reza la canción de L-Kan: Son panaderos, trabajan en el horno, pero por la noche ¡rollo porno!. De noche dejan de lado sus trabajos "formales", se untan de aceite Johnson's Baby y restriegan su paquete contra las peras de una horda de hembras en celo con diademas de polla. En lo que respecta al programa siguen con su lado formal (vamos, que son un coñazo), ojalá se descoquen y no me obliguen a decir que los gayer de la edición anterior les daban mil vueltas.

Parecidos Razonables (o no) Pekín Express II