¿Qué esperaban al meter otra vez en la casa a una tipa con ansias de venganza que se ha tirado en el salón de su casa varias semanas viendo vídeos y alimentando su odio? La estrategia de, una vez que te ha pedido perdón la fuente de tus odios y ves que así no pintas nada en la casa, pinchar a lo bestia para que la otra estalle como Demis Roussos tras la ingesta de la décimo cuarta paella la debe haber pensado alguna de esas conquistas cutre famosas que colecciona cual cromos de Panini, porque ella no es capaz de urdir ni siquiera un plan tan obvio.

En el vídeo se ve claramente que la que va a buscar gresca, con una excusa jodidamente peregrina (manda ovos que al minuto de ser nominada la otra vayas a pedirle explicaciones de por qué ha pedido que te nominen a ti), es Carol. También es ella la primera en alzar la voz, insultar y echar pa'lante su cuerpo de insecto palo en posición de ataque. Una vez conseguido el objetivo, queda convertirse ella en la nueva víctima, y esto se consigue yendo de un concursante a otro contando que la loca de Indhira le ha tirado un vaso de agua, le ha querido pegar y la ha llamado zorra, pero oye, sin hacer o decir ella nada. Y por si no había sido todo demasiado fácil, el super echa a la otra a la puta calle por el vaso de agua que hace años toleró en aída y los insultos que no le parecieron gran cosa de boca de la misma Indhira hace un par de semanas.

Y así es como Carol, aún habiendo largado cosas del exterior (Indhira sólo contó que la había llamado zorra, pero esta le contó al resto hasta cómo iba vestida cada vez que pisó el confesionario), insultado y provocado se queda en la casa, con el status de víctima, el hombre y los amigos de la india (quote exacto de lo que Indhira vaticinó era lo que quería la pedorra santanderina).

Bien por el programa.

Y la más humillante, porque mira que haberte dejao los sesos estudiando las frases más típicas japonesas, encontrarte en la playa a alguien con nombre japonés con el que lucirte delante de tus compis de curro y que te pase esto...

La mayor parte de la letra no se entiende, pero por el par de frases grandes, el ritmillo y la estética del vídeo (adoro los botines saddle de las coristas jamonas) merece la pena darle un par de vidreaos: