'Dutifrí', ésa suerte de mezcla entre 'Planeta Finito' y 'Tutti Frutti' (sí, el programa aquel en el que las Mama Chicho enseñaban cacha), nos devuelve, tras dos años de ausencia mediática, a Javier Sardá.

En este periplo por el mundo a gastos pagados visitará Italia, Israel, Kenia, EE.UU., Rusia, India, Tailandia, Filipinas, Japón, Venezuela, Dubai y Brasil. Lo hará solo o acompañado por famosetes patrios tales como Mercedes Milá, Pilar Rahola, Alessandro Lecquio, Loles León, Ramoncín o Pepe Rubianes (los amantes de la caspa estamos de enhorabuena. Se echan de menos a Luis Ortiz y Pocholo en la lista).

La primera parada de este viaje es Brasil. Para dejar claras las pretensiones de este "programa de viajes", hacen que el telespectador se dé de bruces con una Loles León vestida de leopardo y tacones pegando berridos en Manaos, en plena selva amazónica. Con semejante comienzo uno ya sabe qué se puede encontrar. Para hacer más soportable el programa, van intercalando imágenes de la aventura selvática de Loles y Javier con las correrías de Javier por Río de Janeiro. Pero Javier no esta solo en Río, no, le acompaña ni más ni menos que el Dioni. Juntos recrean los dos meses de vino, rosas y bocetas que pasó el Dioni en la ciudad tras el robo del furgón. Contaba con nostalgia el Dioni cómo según el color de las putas, elegía la limusina; si eran mulatas, la elegía blanca. Y si eran blancas, elegía una limusina negra.

En plan "niños, no lo hagáis en casa" le dedican un par de minutos a relatar las torturas (dizque le ponían descargas eléctricas en los huevos y se le quedaban como melones) que sufrió durante ocho meses encerrado en un zulo de la comisaría central.

Sardá confiesa en un momento del programa que le revientan los turistas, que no hay nada que le joda mas que parecer uno de ellos. Por ese mismo motivo decide visitar la cantera del Flamengo FC, una escuela de samba, babear mares con las garotas de Ipanema y vestirse de indio. Vamos, lo que haría un turista de tener pelas para contratar a un traductor y comprar el tiempo de los indios, del entrenador y de la madre que los parió.

Para contrarrestar la sobredosis de caspa, echan mano del momento denuncia social/periodismo de investigación. Contactan con un tipo con acento argentino que vive en las favelas y les cuenta cómo va por allí el tema de los clanes de la droga y la intervención policial. Como colofón nos ponen imágenes de una intervención policial en unas favelas, diciendo que eran las mismitas en las que estuvieron hacía tan sólo una semana. Debieron decirse a sí mismos: "mira tú si arriesgamos y somos chungos".

El programa finaliza como comenzó: con Loles León chillando cual cochino. A diferencia de las imágenes iniciales, el guía ya no tiene que aguantar más a esta tiparraca. Se les supone solos en la selva. No se me ocurre nadie más irritante para compartir estadía en un lugar tan aislado (en ningún lugar, de hecho). Miento, sí se me ocurre: Rosa María Sardá. Javier se sentirá como en casa.