Friday, April 16, 2010

Gala 20 años de Telecinco.

La cosa no empezó muy allá, la peluca harto inflamable de Soyaya haciendo de Marilyn Monroe olía cosa mala a cutrerío, a bajo presupuesto y a cartón piedra. Esa peluca hacía de Anita la Fantástica y su tanga sobaquero la viva imagen de la Merilín.

El abuso de los triunfitos, sus patéticos números musicales y el continuo esfuerzo de arrancarnos una lagrimilla me tuvieron a un tris de pasarme a la primera a ver el Falcon Crest versión subvenciones a cascoporro. Me juré a mí misma que al oir una sóla nota musical más ejecutaba mi pobre venganza. Mi sorpresa fue que, al contrario de las veces anteriores, la primera nota no fue un gallo, miré la pantalla (tan de cerca que ya me veía vendiendo cupones y posando de novia ternesca y guarrindonga en el Interviú) y no daba crédito... ¡Eran los grandes hermanos! La verdad es que me podía haber ahorrao el riesgo de ceguera, porque al noveno segundo ya lo dejaba bastante claro la letra. La primera letra en toda la noche que tenía lol y tenía down. Los grandes hermanos ya se les habían meao en el jerolo a los triunfitos, pero eso no les era suficiente, con el mini homenaje a la 1000-A consiguieron lo que los triunfitos llevaban intentando desde el minuto cero: hacer que de los ajos de los telespectadores brotaran lágrimas como peras de agua.



A partir de este momento (el mejor de la noche, insisto) la gala pegó un subidón que se mantuvo hasta la última intervención del grimoso de Joaquín Prat Jr., ahí se vino el pastel abajo. Por el camino quedaron vídeos-potpourris memorables, el momentazo de Carmen Sevilla hablando al público lento, como a guiris, downies o sordos... o todo a la vez, Carmen Sevilla (en pleno estallido senil) echando flores a tve o la reapariçao de las Mama Chicho y las Cacao Maravillao (qué barbaridad. Yo las recordaba jaquetonas, pero no tanto, cuando salieron en escena yo no sabía ni qué veía, si la gala 20 años de Telajinco o un anuncio de Conguitos, las muy cabronas venían rellenas de cacahué).