Tuesday, October 09, 2007

Jamie-Lynn Rules!

No es casual que no hayamos dicho en este santo blog nada sobre la custodia de los hijos de Britney o su ridículo regreso musical, acabamos saturados la pasada temporada, y no le vemos solución a la muchacha. Su hermana, Jamie-Lynn, es harina de otro costal. Es todo lo adorable que repugnante es ahora Britney. Se han invertido los papeles, en vez de ser la hermana mayor la que protege a la pequeña, es Jamie-Lynn la que cuida de Britney.

Tanto es así que la está intentando alejar de la comida basura. Tras media hora de intentar quitarle una hamburguesa XXXL de la boca, la convence para cambiar el menú por un día e ir a un Sushi Bar cercano. A Brit no le apasiona la idea de comer pescao crudo sin salsa barbakiú, pero se termina de animar cuando Jamie-Lynn le promete parar por el camino y comprarle su Frapuccino favorito.

Al llegar, se encuentran con unos 60 paparazzis y 20 curiosos que las siguen a cada paso. Entre los curiosos se halla una maruja enajenada que le grita a Britney que nadie la quiere en el barrio y, mientras Brit le ruega con cara de bobalicona a los paparazzis que no dejen que las moleste, Jamie-Lynn se para y le grita a la cara que se vaya del puto vecindario si tanto le molesta. La niña los tiene cuadraos. Llega ser Brit a quien la maruja pone las manos encima y se desmaya.

3 comentarios:

Coda said...

ya te veo de superfan de la hermana la britni, también te rasuras el potorro como ellas?? tia, que vicio le tienes a esta gentuza, deberías culturizarte un poco más y ver supermodelo 2007 para llegar a ser una señora de verdad, como judi cascó. jej.

Anonymous said...

Usté disculpe, pero servidora ya no ve más las Supermodelis. Echaron a mi adorada Jessi... :(

Para ver el desfile de cardos borriqueros que por allí campan y a la Cascó, mejor me pongo a construirle un altar a la Yeimi-Lin...

Sr Vodka said...

Dios que agobio de periodistas, me imagino llegar a casa con las bolsas del mercadonna y tener a todos esos paparazzos que ni te dejan entrar.

Si yo fuera Britney me quemaría a lo bonzo con el capuccino del Starbucks